Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

jueves, 7 de febrero de 2013

Lavando el cerebro de las niñas

Mira que me repiten muchas veces que para qué leo tanta obra que versa sobre la represión franquista. Pues no sé, quizá es masoquismo o que  me interesa cómo funciona el sistema represor que hemos heredado de quienes jamás dejaron el poder. (Ya, ya me callo. No os endilgo el discursito) Ricard Vinyes, que tiene unos cuantos libros sobre prisiones franquistas y la represión ejercida sobre ellos. El vae victis (latinajo que significa "lo que les va a caer a los perdedores"). En uno de ellos, llamado Irredentas, las presas políticas y sus hijos en las cárceles franquistas, después de desgranarnos las teorías que amañaban el método científico para que las conclusiones casaran con las premisas estereotipadas del coronel médico Vallejo Nágera, cuento que ya he contado y, sin duda, volveré a contar alguna otra vez, da alguna pincelada más sobre el destino de los niños presos con sus madres.

Este es el cuerpo de mi post. Así que si queréis ahorraros el preámbulo anterior, llegad aquí que es donde está la chicha:

Partiendo de la idea de que las mujeres son personajes secundarios, aunque paguen, con creces, el haber sido desafectas a los que dieron el golpe de Estado, y gracias a las ideas de Vallejo Nágera, que debió entender como el culo las ideas nazis sobre eugenesia, el Estado decide que debe hacerse cargo de los hijos de las presas, sobre todo, para reeducarlos. Porque aparte de vencer, hay que destruir el ideario "democrático-comunista" (Os juro que lo he leído así).

Dice la página 81 del libro que en 1943 el estado tutelaba a 12.042 niñ@s, de los que el 62% eran féminas. Si a los niños los llevaban a albergues estatales, a todas las niñas las llevaban única y exclusivamente a centros religiosos. Las mujeres, ya se sabe, en el ideario fascista sólo están preparadas para ser esposas y madres, o monjas del nacional-catolicismo. Además, así se aseguran de que controlan la mente de las niñas desde la infancia. La reeducación de las hijas de los rojos debía pasar por el convento.

Algún día, niñ@s, purgaréis el pecado de vuestros padres rojos, llevando nuestros hábitos

Algún caso se dio, como recogió el testimonio de María Salvo, hablando de una compañera madre-reclusa: " Y a su niña se la quitaron y se la llevaron a un colegio de monjas. Entonces esta mujer escribe contínuamente  a la niña desde la cárcel  hablándole de su papá. Que su papá es bueno, que recuerde a su papá. Y llega un momento en que la niña le escribe: "Mamá, voy a desengañarte. No me hables más de papá, ya sé que mi padre era un criminal. Voy a tomar los hábitos. He renunciado a padre y madre, no me escribas más. Ya no quiero saber más de mi padre".

Terrible el hecho. Lavan el cerebro de los críos- sobre todo el de las crías- diciéndoles que sus padres son criminales por antifascistas. A todo esto hay que añadir que se crea un patronato de San Pablo, para subvencionar económicamente la manutención y los estudios de los hijos de reclusos que tomaran la vocación religiosa.

Y es que la historia de los famosos niños robados de la monja muerta empezaron en el año 41, para reeducar en el nacionalcatolicismo  y extirpar toda idea democrática de los niños de los vencidos que, en algunas ocasiones, bien por orfandad o porque nadie se iba a dar cuenta,  iban a parar a familias de probada fidelidad al movimiento, cuando no acababan purgando los pecados de sus familiares biológicos tomando los hábitos, y encima creyéndose las patrañas que les llovían desde sus superiores religiosos.


6 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Lo de la represión Franquista se está diluyendo en las nuevas generaciones. Ayer por ejemplo, en el taller de lectura, últimamente hemos leído tres libros sobre la Guerra Incivil y su posterior represión, es curioso que los/as participantes del taller, manifestaban que ya estaban "hasta el moño" de tanta guerra civil, hablo que sobre ventitantas personas, solo dos manifestábamos que no se puede olvidar una guerra que aún no está superada, basta ver que los que gobiernan hoy todos los estamentos del país son los hijos de ayer.

Saludos

Núria dijo...

Sobre el tema de la infancia bajo el franquismo no hace mucho leí un libro titulado "mala gente que camina",que te recomiendo.No es una obra maestra, ni siquiera está escrito maravillosamente bien, pero la historia que cuenta es muy interesante.
En lo de lavar el cerebro, la época franquista fue la hostia, pero ahora el lavado de cerebro pasa por el culto al cuerpo(bisturí mediante) y en tener unas tetas grandes.Es bestial la cantidad de mujeres-casi niñas que se someten a implante para lucir canalillo...en fin...que las mal pensadas estamos convencidas de que es una manera como otra de centrar la atención en según qué para que no se piense en según qué...

mariajesusparadela dijo...

Espero y deseo que no todos los que adoptaron un niño en la época, pagando lo correspondiente, fuesen seguidores de Franco. En algunos casos creo que era el deseo de tener descendencia. Y espero y deseo que en la selección influyese más el pago que las ideas. Negocio más que ideas.

ROSA M. dijo...

Coincido con Emilio Manuel en que toda la represión de la época franquista se está diluyendo en la lejanía, las nuevas generaciones no sé hasta qué punto lo conocen y son conscientes de que estamos viviendo una variante de “regreso al pasado”.
En cuanto al lavado de cerebros, en la actualidad también se da. Conozco un par de personas con las que soy incapaz de mantener una conversación coherente sobre política o religión, cada cual desde su punto de vista o creencias, es como si los hubiera captado una secta!!!

Lenteja dijo...

Sí, yo también recomiendo el libro que dice Núria, tengo buen recuerdo de él. Y del tema, qué te voy a decir que no sepas...
Besos.Lenteja

Siempre suya dijo...

Qué asco, Juli, y qué pena...