Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

martes, 26 de febrero de 2013

Chascarrillos con muy poca gracia

En los años 20 la mujer española se abrió paso y tomó cotas de poder, antes impensables por la desmesurada misoginia social. Accedieron a la universidad para formarse, comenzaron a realizar actividades deportivas, alcanzaron una gran libertad que antes no tenían permitida por el corsé social, que se vería de nuevo reimpuesto a la llegada del franquismo.

Como es natural, las mujeres con inquietudes culturales de los años 20 formaron asociaciones como, por ejemplo el Lyceum Club Femenino, un lugar de encuentro social y cultural donde se desarrollaban actividades, entre ellas, rarísimos discursos de intelectuales y, sobre todo, literatos. Ya se sabe que los hombres españoles son bastante celosos de su poder y les cuesta repartirlo con, por ejemplo, mujeres, a las que las más de las veces las consideran advenedizas y, cuando no enemigas amenazantes, las tratan de una forma paternalista. Los escritores españoles que accedían a dar charlas en este lyceum eran pocos y, la mayoría de las veces creían rebajarse ante seres a los que consideraban inferiores en intelecto. Luego los había "graciosos" como Rafael Alberti, que se dedicaba a soltar ratones entre la concurrencia para partirse la caja.

Pero el escritor más desdeñoso con éste lyceum club femenino fue Jacinto Benavente, el nóbel.  Cuando a Benavente le pidieron que preparara una conferencia para este club, el "simpático" parece que dijo esto: "A mí no me gusta hablar a tontas y a locas".

¡Qué chispa, don Jacinto!

 Ya se sabe que muchos hombres homosexuales son, a la par, misóginos por su naturaleza, eso me recuerda que, para equilibrar los chascos, una vez un señor le dijo a Benavente:

Señor: Mi hijo quiere ser como usted
Benavente: ¿Dramaturgo?
Señor: No, maricón.

Y es que por culpa del desdén resulta fácil hacer sufrir al objeto de la burla.

10 comentarios:

emejota dijo...

Aplausos Juli, muchos. A veces me he preguntado que de haber nacido varón como habría reaccionado ante dicha inteligencia femenina bien enlazada a cierta astucia propia de la circunstancia vital. Podría decir que entiendo "al Jacinto" por haber sido educado como varón, centro de la creación, lo que no le perdono es su falta de perspicacia. Aynsssss, cuantas veces habré pensado eso de "a las barricadas". Ahora vieja, sin nada que perder, creo que me podría lanzar en plancha contra muchos, es más creo que a través del blog me he servido yo solita y en la vida real.... ultimamente también, mandando a un descerebrado, aunque lo hubiera parido la menda, a donde viven los idem, pero bien lejos. Bsss.

Emilio Manuel dijo...

Si además luego escuchamos a ¿ señorías? como el diputado Cantó, escribiendo que la mayor parte de las denuncias por violencia de género son falsas, el círculo se completa.

Saludos

ROSA M. dijo...

Tampoco es que las formas de algunos hombres de relacionarse laboralmente con mujeres haya evolucionado mucho con los años.
Seguimos viviendo, y trabajando, en una sociedad muy masculina.
Un petó,

mariajesusparadela dijo...

Parte de culpa tenemos: podemos educarlos, todos nacen de nosotras.

nineuk dijo...

¿Muchos hombres homosexuales son misóginos? es un dato que desconocía. Viendo a Almodovar, p.e. parace todo lo contrario. Y puestos a preguntar ¿muchas mujeres homosexuales son anti-hombres? En "modern Fámily" lo que defendían es que gays masculinos y lesbianas no "casan" bien...¿Hya algo de eso?

chris dijo...

Había oído esta historia hace poco, no sé dónde, pero no me acordaba que era Benavente.

Menudo personaje! Me atrevo a afirmar que era una de esas "mariconas malas" que pululan y campan a sus anchas...

Besos

Juli Gan dijo...

Nineuk: No se puede generalizar, claro, pero conozco algún gay que se pasa la vida recordándome lo gordas que nos ponemos las mujeres y la mierda de metabolismo que tenemos. Claro, no todos somos tíos velludos hipermusculados con calvicie prematura (Que es lo que le suelo contestar)

Cuando escribía esto estaba pensando en el mundo de la moda, ya se sabe que los diseñadores de moda, muchos de ellos, homosexuales, se dedican a imponer a la mujer una dictadura de tallas 34 para mujeres sin pecho ni caderas, existentes en la biología femenina para asegurar una sobrada maternidad. Pensaba en la misoginia de los diseñadores. Ah, y al revés, también la hay, claro. Conozco a alguna mujer que no quiere ver un hombre, a los que cataloga de "animales", a 500 metros a su alrededor. Pero tanto la misoginia como la androfobia (La misantropía es otra cosa, y en eso yo sí estoy cerca)pueden darse con cierta naturalidad en homosexuales tanto masculinos como femeninas.

Anónimo dijo...

Independientemente de ser un comentario machista hay wue reconocer que es ocurrente...

Siempre suya dijo...

La madre de Estrellita Castro es la que le dijo a Pemán lo de maricón

Juli Gan dijo...

Puede ser. Yo lo tengo oído "dedicado" a Benavente, pero ya se sabe que las leyendas urbanas trasmutan.