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lunes, 17 de diciembre de 2018

Comercio especializado

Se acerca la navidad, esa celebración de la civilización cristiana occidental que ha cambiado el significado original de nacimiento de su dios-humano aprovechando el solsticio de invierno para acabar siendo una festorro consumista lleno de luces, oropeles, indigestiones y despilfarros. La decadencia absoluta, o casi.

Unicornios de Belén.

Se nos ocurrió pasar por un comercio que está dedicado exclusivamente a la decoración navideña, y, la verdad, los elementos decorativos estriban entre lo más delicado y lo más hortera que puedas encontrar en esas impúdicas exhibiciones balconeras del vecindario.

Pero a mí lo que me mola es el maquetismo belenista que se pasa por el forro, no ya sólo el ropaje, sino el rigor histórico convirtiendo todo en un despropósito anacrónico que vende, eso sí, a pesar de ello.

Un pavo en un pajar. Explícales que un pavo no se vio en Asia menor hasta que los viajes a América no estuvieron resueltos.

Me encanta. Mariscos y tomates. Los tomates siguen siendo tan de esa época en Palestina como una "playstation". Y los mariscos, los judíos lo tienen como alimento prohibido porque no tienen escamas.

Jamones y chorizos en Palestina. Otra que tienen prohibida, aunque nuestros belenes estén másllenos de cerdos que las dehesas ibéricas.

Esos campos de tomates tan de Palestina en el siglo I

No se aprecia bien, pero es la circuncisión del niño Jesús (Buaj!)
Y aquí mezclando los belenes de nacimiento, con los de la muerte de Jesús. Ya se pondrán de moda los belenes de semana santa.



Y si no, al tiempo. Piedad, crucifixión y última cena. No, si se vende lo que sea.

Salí de este comercio un poco saturada y con cierta aprensión. Ver todos los cachivaches decorativos de diversos gustos expuestos todos juntos y al alimón, dan bastante mal rollo.

Saludos a todo el mundo.



6 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Veo en el lateral que estás leyendo "la jaula de cristal" de Ibón Martín, si continuas con la serie de Leire Altuna seguro que saldrá satisfecha de su lectura. Disfruté de la tetralogia.

Saludos

Juli Gan dijo...

Emilio, lo que más me gusta de esos libros es que reconozco cada rincón. El faro de la Plata es uno de mis lugares favoritos desde que era una niña, y todo aquél monte, que se llama Ulía, en general.

Anónimo dijo...

¡Qué buena eres Juli Gan! Me ha encantado el post.

dintel dijo...

¿No se habla siempre del 3X1? En Belenes no iba a faltar!!!

Esti dijo...

Pero claro que hay tomates y marisco y ropa barroca y ríos de papel de plata en los belenes. Si es todo como una historia de ciencia ficción, con apariciones, estrellas mágicas y ángeles, ¿para qué el rigor histórico?

Juli Gan dijo...

Anónimo: Muchas gracias por tu gentil comentario.

Dintel: Pues quizá, sí. No te falta razón. Hasta en esto hay "ofertones" del súper. Un placer leerte.

Esti: Una amiga mía ponía un T-rex, el Halcón Milenario y pancartas okupas en el castillo de Herodes. El ben
lén de mi casa tiene un rey mago de piel amarilla y ojos rasgados, no te digo más. Saludos y felicidades por tus libros.