Ayer, cierto exministro, ultracatólico él, y un alto cargo de "antifraude", en plan zorro que guarda el gallinero, comparecieron en sede parlamentaria para ser interrogados sobre cierta conversación grabada en la que hablan, sin cargo de conciencia, de sabotear, no ya a un gobierno de una Comunidad Autónoma, sino la sanidad a la que acuden millones de ciudadanos, incluyendo a sus propios votantes, miembros de base, concejales, etc, etc.
Lejos de pedir perdón, enmienda y contricción, como buen católico de secta ultra que es uno, se dedicaron a atacar, insultar y lanzar su rabia contra los diputados electos por la ciudadanía. No les importa nada, y, encima, atacan porque se saben impunes de sus acciones como altos cargos. Si aquí nunca les pasa nada ¿De qué van a tener miedo?
A mí, todo esto me recuerda mucho a "usted no sabe con quién está hablando y estamos por encima del bien y del mal. Todo lo que hemos hecho y nos quieren echar en cara rebota, rebota y en tu culo explota. Que aún hay clases, rojos de mierda, y no sois sino corderos a degollar mientras nosotros regimos las riendas del imperio que nuestros padres y abuelos lograron ganando una guerra y cepillándose al enemigo más allá de la conflagración bélica". A ustedes, no lo sé.
Y algunos se quejan de que los de la ley de la memoria histórica remuevan cosas del pasado.
2 comentarios:
Ya no te puedes fiar ni de los rojos de mierda, lo digo por el de la coca-cola, pide un boicot para esa empresa pero el se tomas dos botellas, es lo mismo que decir "no quieres caldo, pues dos cazas", si señor, con dos cojones.
Es el fin de los tiempos. Lo que pasa es que lo viene siendo desde que el hombre es hombre. Chungo.
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