El general Holofernes, al mando de su ejército, iba capturando territorio. Llegó a Betulia y conminó a Ocías, que era el que mandaba en la población, que capitulara. Ocías le pidió cinco días antes de rendirse. Estaban en la ciudad asediada bastante deprimidos cuando a Judit, que era una viuda de buen ver se le ocurrió una solución. Pidió que le dejaran a ella, y a su esclava, de la que no dicen el nombre, salir de la ciudad para perpetrar su acción.
La rave de Judit y Holofernes
Dejando sus decentes ropas de viuda, se vistió para matar, acicalándose, perfumándose, enjoyándose y ciñéndose sus mejores vestidos de seducción y cargando a su mulo con comida para ella y su esclava, salió de la ciudad en dirección al campamento asirio. Pidió a los centinelas que la llevaran hasta Holofernes que ella iba a enseñarle por donde asaltar la ciudad sin que muriera ni uno de sus soldadicos.
Famoso cuadro de Artemisa Gentileschi
Judit, aparte de ser un bellezón, por lo visto, tenía un pico de oro y Holofernes, además de alegrarse la vista sentía los regalos a sus oídos con agrado. Él la invitó a comer de sus alimentos en su compañía, pero Judit le pidió un lugar apartado para comer de lo que ella misma traía. Holofernes, claro, mandó montarle una tienda (No había para ponerle un piso), y que nadie la molestara.
La noche antes de que se cumpliera el plazo de la rendición de Betulia, Judit, por fin, accedió a ir de banquete con Holofernes. Este, encantado de la compañía, bebió más de la cuenta. Judit por fin iba a pasar la noche con él, pero como este estaba trompa se quedó dormido antes de empezar nada. Judit, entonces, agarró la espada del general y le cercenó el cuello. Envolvió la cabeza de Holofernes en el dosel de la cama del general y salió con su esclava para Betulia.
Judit posando para el Hola
Entra en la ciudad y saca el bolo de Holofernes exhibiéndolo como un trofeo, y todos sus paisanos se volvieron locos de contentos. A todo esto, hay que añadir que para aquellas gentes tan misóginas el que una mujer te matara era lo peor. Pusieron el careto de Holofernes ensartado como una brocheta en las murallas.
En el campamento asirio, ante la tardanza del general, sus ayudantes entran en la tienda de este y se encuentran el pastel descabezado. Cunde el pánico. Curiosamente, el ejército más importante del momento, ante la decapitación de su general, también perdió la cabeza de manera figurada.
Barbie-Judit y Kent
Las tribus judías de los alrededores, avisadas del tema, se lanzaron sobre los asirios y consiguieron derrotarlos, llevándose un cuantioso botín, cosa que sigue siendo el objetivo principal de las batallas: el saqueo. Curiosa imagen la del ejército asirio corriendo como pollo sin cabeza por esos campos de batalla.
Y Judit quedó como una heroína y es una de las pocas mujeres con nombre propio en la biblia que tenga libro a su nombre, como la jueza Débora o Ester, que es el siguiente capítulo.
2 comentarios:
Judith, mi personaje favorito....y es que eso de decapitar borricos ha devenido en cierta mania. La próxima burrita que pasará por mi hierro la llevo encima, lleva disfraz femenino y no le paso ni media, se hace de rogar y aun me da penilla....pero está marcada y caerá.
Emejota: ¿Sabes que das miedo? ;)
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