Le gustaba sentarse delante del televisor y disfrutar de esos nuevos concursos que se habían puesto de moda en los que un cocinero prepotente, vestido con una chaqueta de faena diseñada por Agatha Ruíz de la Prada, en vivos colores, con más pinta de estibador de puerto que de fino maestro culinario, se dedicaba a humillar, junto a un equipo de cocineros que le daban una coba desmesurada, a un montón de concursantes que habían pasado un desesperante cásting.
Se sentaba a la hora de la cena a devorar con los ojos la pantalla de su televisor examinando lo que los concursantes humillados hacían con unos huesos y despojos, harina y mantequilla, que según decían, se llamaba "velouté" y unos filetes de lomo adobados en zumo de limón. El cocinero con pinta de estibador debía de haber perdido el paladar comiendo bazofia de bar-pocilga en otro programa de esa cadena, que se dedicaba a repetir en un bucle sin fin a todas horas.
Imagínate que ese huevo es el páncreas del jurado.
Estaba mirando con embeleso el televisor cuando sintió la llamada de su estómago. Tanta filigrana culinaria le abría el apetito. Mañana comentaría las vicisitudes de los concursantes con sus compañeros del trabajo, aunque él no tuviera la mínima idea de hacerse una tortilla francesa, no ya un huevo frito con su puntillita y su yema cremosa. Estos programas de cocina de la tele le daban la oportunidad de ver como unos esforzados cocineros lo pasaban mal para que un equipo de maestros los pusieran a parir. Y estaba de acuerdo con ellos. ¿Como se podía presentar un potaje sin meter un geranio en el centro del plato? ¡Menudos salvajes querer presentar el plato hondo lleno de legumbres sin más!Mientras los veía hacer equilibrios por la cocina, desde la pantalla de su televisor, no podía estar más de acuerdo en lo que decía el cocinero-estibador de la chaqueta naranja fosforito. ¡No tienen ni idea de cocinar! Pero iba sintiendo el hormigueo estomacal.
Menos mal que ya habían tocado el timbre de la puerta en ese momento y el motero con las pizzas llegaba a tiempo.
Missing (Desaparecido)
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Me reencontré con esta peli a principios de agosto de 2024, en La 2 de
Televisión Española, cuando todavía no estaba apaciguado (¿lo está ya?) el
asunt...
Hace 4 días
7 comentarios:
¿Sin un geranio en medio? No me lo puedo creer...
Nineuk: No lo hagas, es pura ficción, una licencia que me tomo para exagerar. Pero decorar platos con misérrimas raciones es demasiado habitual.
Jaja muy bueno el final!!!
Geranio no, pero unas guindillas en vinagre para acompañar las legumbres ;-)
Lo del cocinero prepotente te ha salido que ni bordado. He de decir que me encantan los programas de cocineros haciendo sus platos, siempre aprendo alguna cosa para hacer en casa, por ejemplo el otro días imité una plato de pechugas de pollo a la naranja que estaba para rechuparse los dedos y hoy me he montado unas patatas con huevo y pimientos un tanto particular, te cuento:
un kilo de patatas, bastantes minutos en el micro (15') hasta que queden blanditas, se salpimientan al principio.
tres huevos batidos a los que se les incorpora las patatas cuando están blandas.
tres pimientos largos, se les quita el peciolo y las semillas y se rellena con las patatas y el huevo.
Para evitar que el producto se salga al poner a freír, se hace una pequeña masa de harina con agua y se sella el extremo, realizado esto se ponen en una sarten hirviendo, unos minutos que se hagan los pimientos y a comer.
Muy rico, fácil, y escaso tiempo de ejecución.
¡¡Ah y no soy un cocinicas!!
Un abrazo.
jeje muy aguda.
pues espera que viene el chef niños.
Total acuerdo sobre su prepotencia y mala educación.
Lo vi en sus dos primeros programas y no aguanté más.
Yo tengo con la cocina una rara relación: soy capaz de pasarme horas friendo patatas, haciendo empanadillas o preparando el menú del día siguiente, pero necesito mucha abundancia y poca sofisticación.
al principio me caía bien, pero creo que se le ha subido la fama a la cabeza ( o al estómago) y ahora no le soporto. Yo tengo temporadas en las q me apetece cocinar y hacer cosas nuevas y otras de justo lo contrario
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