Clases de mujer trabajadora

Hace cuatro años, tal día como hoy, inauguré este blog. Así que estoy de cumpleaños.

Estaba oyendo la radio esta mañana y hacen una enrevista a una mujer trabajadora. Tiene una empresa de consultoría. Nos cuenta como tiene que conciliar la vida familiar y laboral, y que vive conectada a su smartphone. En eso que nos dice que tiene que ir a abrir la puerta de casa a la chica que le limpia el piso. Una inmigrante que después de hacer sus cuatro horas de ejercicio, supongo que sin alta en la SS, se va a su otro trabajo como camarera en un bar. Sale a las 7 de la mañana y los viernes vuelve a la 1 de la madrugada a casa con sus hijos, en plural. ¿De qué van estos de la radio? Nos sacan la vida de una empresaria y trabajadora, no lo dudo, que se queja de que hace cuatro años que no va al cine y no sale en pareja porque tiene un niño, y no se les ocurre hacerle la entrevista a la inmigrante de los dos trabajos que, seguro vive en el extrarradio y se mueve en transporte público, que si tiene móvil, no es un smartphone con el que puede despachar asuntos laborales, que trabaja como una burra sin cotización a la SS. Ella no se ha quejado de no poder ir a cenar fuera o al cine ¡Esa es la mujer trabajadora!

Este es uno de los trabajos más duros que hay

Porque este es un día reivindicativo que busca la igualdad de oportunidades laborales tanto para hombres como para mujeres, dedico el post a todas las mujeres que trabajan como burras sin contratos ni reconocimiento. A las que hacen los trabajos menos cualificados. A las que "sólo" son las mujeres de la limpieza, y los que las pagan no se paran a pensar lo importantísimo que es porque no han probado romperse la espalda.  A las mujeres que concatenan dos, tres y hasta cuatro empleos para poder subsistir, a las que se ahoga. A esas mujeres que van a sufrir "gracias" a la reforma laboral, que tendrán que renunciar a partes importantes de su vida. A las que tienen que renunciar a la maternidad si no quieren ser despedidas de su trabajo de manera solapadamente "procedente". A todas aquellas mujeres a los que se racanea la categoría laboral y cobran menos que sus compañeros varones aunque trabajen igual y muchas veces, más.