Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

viernes, 1 de septiembre de 2017

Mentira y desniformación

No pensaba mencionar nada sobre los tristes hechos de Barcelona de hace quince días, pero ayer, poniéndome al día de los blogs, encontré el de Emilio Manuel, que hacía una reflexión sobre un poema de una joven británica descendiente de pakistaníes, Suhaiymah Manzoor-Khan. No puedo estar más de acurdo con una voz tan sensible que siente el odio y la incomprensión de sus conciudadanos sólo porque se acusa con el dedo a toda su pequeña comunidad, minoría religiosa.

Vivimos, como dice Rosa María Calaf, en el imperio de la desinformación. Los grandes medios deciden qué es lo que nos debe llegar para formarnos una opinión...incorrecta.



Tengo gente muy cercana, que, a pesar de poseer una inteligencia indiscutible, prefiere creerse las majaderías xenófobas y mentirosas que impregnan todo nuestro alrededor. Encima, si te atreves a refutar, porque yo en estas cosas no puedo callarme, semejantes mentiras, resulta que te conviertes en poco menos que justificadora de los antentados. ¿En qué momento he pasado a justificar semejantes barbaridades?

El domingo, aparte de dar una vuelta por Sant Antoni, acabamos acercándonos a la rambla de les flors, frente al Liceu, triste escenario de un hecho abominable, altar para sensibles, curiosos, morbosos y otros que prefiero no catalogar, pero que muestran su cuestionable dolor, sobre todo, de cara a la galería, para que observen qué compasivos somos.



Hablando de los hechos, este tipo de personas que muestran pena por un lado y odio feroz por otro, se atreven a cargar de una manera furibunda con un colectivo determinado de personas sólo porque tienen una religión concreta o provienen de un país. Eso sí, el término moro les vale tanto si se es del Magreb, de Uzbekistán, de Pakistán o de Bosnia.

Me consta que hay personas heridas por el atropello masivo de países islámicos como Argelia, Egipto, Marruecos, Pakistán, Mauritania, Turquía...Pero se atrevían a decir, sin sonrojo, que no había "ni un moro porque estaban todos avisados". "Sí, claro - contesté- por whatsapp del grupo "atentado, no bajes a las Ramblas".

¡Qué asco! ¿Por qué tiene la gente que ser tan crédula para estas cretinadas xenófobas que sólo buscan nuevos miembros de grupúsculos oscuros para fomentar el odio más execrable? Claro está, que si te atreves a reírte de esta cantidad de gilipolleces insidiosas eres de los otros y estás contra mí.



¡Qué desolación! Cada vez hay más cabezahuecas enchufados la la "realidad" que te ofrecen los medios interesados dirigidos por los no menos interesados en la lucha de poder por los combustibles y a pocos se les ocurre que quizá nos estén mintiendo.

4 comentarios:

Desbordamientos Puntuales dijo...

Buenísimo el vídeo de Rosa María Calaf, Juli. Lo de la dieta de medios me ha parecido una analogía excelente. Bufff, lo que me ha puesto los pelos de punta es su reconocido pesimismo sobre la calidad de los medios de comunicación públicos, a los que denomina sectarios por estar asociados a los poderes dominantes. Si ella lo tiene tan claro y no ve posibilidad de disolver esa asociación, apaga y vámonos. Pero bueno, me quedo con su extraordinaria reflexión sobre fomentar el espíritu crítico desde la infancia y no dejarnos llevar por lo que nos dicen sin cuestionarlo antes. ¡Cuánto me alegro de que hayas vuelto de las vacaciones, Juli! Ya echaba en falta entradas como esta. ¡Un besazo!

Emilio Manuel dijo...

¿Espíritu crítico?, ¿que es eso?, ni en la escuela ni en la universidad te enseñan algo tan básico, si lo enseñaran en España habría una revolución, ¿quien quiere eso?, aquí todo va bien, nuestra economía va como un tiro, esto es lo que interesa, lo demás que más da, "carpe díem", vivamos el momento dicen algunos y yo amplio, y a los demás que le den por culo.

Juli, gracias por en enlace. Un abrazo.

Robin dijo...

Criterio propio. Más allá, la hecatombe.

Pena Mexicana dijo...

Genial la Calaf, me ha encantado. Cuando sucedió lo de Barcelona, puse algo en mi face y casi instantáneamente alguien de mi lista publicó algo que identifiqué como pedrada: "claro, ahora se solidarizan con Barcelona como si en México no pasaran cosas peores."
Me molesta que los muertos se valores en función de nacionalidades o ubicación geográfica del deceso. Es una solidaridad perversa la que presumen algunos.
De la dieta de medios, la vengo haciendo desde hace años. No veo televisión y para informarme me doy a la tarea de examinar varios medios de diferente color. Claro que me tardo mucho más en tener una opinión pero por lo menos no me siento tan manipulada.

Besitos Juli, seguimos leyéndonos