Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

viernes, 25 de abril de 2014

Opilla de San Marcos

Hoy es San Marcos. Uno de los montes más cercanos a mi casa de la infancia se llamaba como este evangelista y tenía una pequeña ermita que desapareció hace tiempo. San Marcos es una montaña baja (285 m.) que queda coronada por un fuerte militar cuya primera piedra la puso Alfonso XII el año de palmarla (1885) el monte de su costado se llama Txoritokieta (Lugar de pájaros), algo más alto que San Marcos (318 m.) y que también tiene un fuerte abandonado, aunque su cima la corona una antena gordísima. Ambos son montes bajos porque están a pie del puerto de Pasaia, a muy escasos kilómetros del mar. Tanto es así que el fuerte de San Marcos era bombardeado en agosto del 36 desde los barcos de guerra fondeados en el puerto. 

Fuerte de San Marcos (1885), al fondo, Jaizkibel.

Por las montañas de la zona, que permiten dominar vastas áres se situaron un montón de fuertes militares, sobre todo en las guerras carlistas del siglo XIX, la mayoría son ruinas donde solíamos jugar. Sin embargo, el ayuntamiento de Rentería acondicinó el fuerte olvidado por el minsterio de defensa (Agradecidos estamos) y montó un albergue con un buen restaurante y unas vistas espectaculares del puerto, de San Sebastián y de todos los valles y montañas cercanos. Unas vistas preciosas, que tenían su importancia estratégica. 

Txoritokieta (318m.) desde mi barrio. San Marcos queda a la izquierda 

Retomando sobre San Marcos, que en la comarca de Oarsoaldea y el bajo Bidasoa, las madrinas suelen regalar a sus ahijados en tal fecha una tarta muy parecida a la mona de pascua catalana. Es un bizcocho con cremas rematado con unos huevos, hoy día de chocolate. A esta tarta se le llama “San Markos opila” “Opilla de San marcos”. Opila (Se pronuncia “opilla”) viene de ogi-pila (Torta de pan, aunque realmente es un bizcocho).

San Markos opila. Igualica que la mona de pascua.

Las monas de pascua tan populares de Catalunya, esto es los bizcochos con crema coronados con huevos de chocolate, son básicamente iguales a las opillas de San Marcos de la zona de Irún y Rentería. Se asemejan hasta en el hecho de que las monas, al igual que las opillas, las regalaban los padrinos a los ahijados. Tan lejos, tan cerca.

Mona de Pascua. Dos tartas como gotas de agua

Pues eso, que hoy es San Marcos y un caprichico pastelero no estaría mal.

Ah, y como es viernes, pero 25 de abril, y en Portugal celebran el 40º aniversario de la revolución de los claveles, pues qué mejor que esto:

2 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Una buena entrada, mezclas paisaje vasco, gastronomía e historia. Aún recuerdo bien el día en el que los portugueses, hasta los cojones de sus dictadores, se levantaron en su llamada "revolución de los claveles", la historia del porqué se llamó así es curiosa y pura casualidad.

Saludos

ROSA M. dijo...

Los pollitos y las plumas de colores que no falten jeje
Interesante entraca Juli, como siempre :-))