Si es cultura, es cultura. Essa cabra, esssa cabra, eh, eh!!
Los de la carcundia televisiva, con alguna presentadora de la pública con menos asesores que la alcaldesa de Madrid, defienden con vehemencia esa maravillosa fiesta de asesinar animales y para ello, entre muchas, defienden postulados como: "El toro de lidia vive muy bien sin hacer nada durante 5 años ". Pues nada, puestos a decir chorradas, propongo que se asedie y lancee a los cargos políticos, porque también viven muy bien, sin hacer nada, incluso más tiempo.
Si lo echan por la tele, arrasa en el share!!
Otra de las premisas defensoras es que es una longeva tradición que lleva más de 500 años. ¡Coño! y quemar brujas y herejes por la Santa Inquisición, también. Pues nada, desempolvemos los hábitos y las actas del Santo Oficio y hagamos una fiesta con cada auto de fe. Menudas risas que nos vamos a echar. Ya me veo sacando productos de merchandising: Chapas, imanes de nevera, camisetas, capirotes de condenados.
Montemos raves salvajes en honor de la tradición. ¡Si es cultura pura!
8 comentarios:
Son como los quesos de idiazabal, una tradicióa...
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Anónimo: Así que como la oveja Assaf da mas leche y los transgénicos rinden más, comamos mierda. Eso sí, el rabo de toro, de lidia, regado con rioja de Argentina y espárragos navarros del Perú, como manda la tradición.
La traición, dices, ¿noooo? Ayyyyy me huele a chamusquina, jajjjj, es que todavía me debe quedarme algo de peste de la última hoguera de aquellas..... y todos mirando-nos. Muxu.
Buena la comparación entre la "buena vida" que llevan los toros y los cargos políticos pero mientras los primeros son animales bravos y nobles los segundos en su mayoría son simplemente chorizos bien vestidos y la nobleza no se les ve por ninguna parte.
Disfrutar viendo sufrir hasta morir un animal por más que lo quieran envolver en cultura y tradición es simplemente una salvajada.
Un petó,
Me apunto a sacar esas viejas tradiciones como la del "garrote vil", "los autos de fe", "la Inquisición", la expulsión de moros y judíos", etc, etc..., seguro que como hoy, algunos seguirían defendiendo al toro y no a las personas, se ha hablado más del toro que de la muerte de una mujer que con dos hijos y dos nietos se ha suicidado cuando le embargaban la vivienda, esto es menos importante.
Saludos
Firmo el comentario de ROSA M
Recuperemos las tradiciones, pero no las espeluznantes como la Inquisición o la tuna. Por ejemplo, el chocolate estuvo muy de moda en la época de Esquilache y todos los nobles tenían a un maestro chocolatero en casa para prepararles un chocolate caliente cuando les viniera en gana. Los chalecos y los sombreros de copa también son tradiciones a reivindicar.
Afortunadamente, las tradiciones que atentan contra los derechos fundamentales de otros (animales humanos o no humanos) se van cayendo por su propio peso. Es lento (fijémonos en el comentario aferrado al pasado de Emilio Manuel) pero inexorable al fin y al cabo.
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