País de pandereta y otros instrumentos

Anoche recordábamos el hecho de que en una de nuestras escapaditas a Madrid, intentando tomarnos un café de sobremesa en la plaza Mayor, ninguna terraza te lo servía, seguramente porque eso no da pasta y las cervezas con patatas bravas, sí. Así que la señora alcaldesa miente con eso de que te puedas relajar con el café con leche en tal lugar. Preguntad, preguntad a las cuatro de la tarde a ver si te lo sirven.

Como este país es tan "funny"(divertido), como advierte la señora alcaldesa, todos hacen bromitas sobre la cascada del congreso. Bromitas y fotos, ya que encima cae sobre la prensa y la izquierda plural, ese grupo marginal de partidos, incluso alguno con derecho a tener grupo propio al que se lo han negado en favor de ese partido siniestro llamado UPyD.

Lo peor es que se han gastado 4'5 millones de euros en arreglar la cubierta. ¿Quién ha hecho la obra, Pepe GOTERA y Otilio mientras se merendaba uno de los leones del congreso? Supongo, y espero, que estará en garantía la chapuza y que se pueda arreglar sin poner un céntimo de más del bolsillo del contribuyente. Cosas como estas cabrean y mucho.

Casi cinco millones de euros gastados para esto.

Algo muchísimo más serio. La ONU ha necesitado una porrada de días para soltar esta perogrullada: En el conflicto sirio tanto el ejército gubernamental como los "rebeldes" (Pagados por los wahabíes del golfo pérsico y entrenados por la CIA), ambos han perpetrado crímenes. Eso lo podría haber adivinado cualquiera desde su casa sin tener ni idea del conflicto, ni de dónde se encuentra este país de Oriente Próximo.

Ya más cercano, y totalmente "malrollero", durante la celebración de la diada nacional de Catalunya. Una fecha redonda que conmemora el 300 aniversario de la derrota de la corona de Aragón por parte del pretendiente Borbón al reino de las Españas, que resultó ser, aparte de un enajenado documentado, un rey rencoroso y vengativo, Felipe V, que promulgó el decreto de Nueva planta, con el que derogaba todos los derechos de la corona de Aragón y condenaba a sus gentes de manera demencial. Normal, Felipe V estaba como un cencerro.

Pues bien, en el 300 aniversario del levantamiento del pueblo catalán (Uno de los que conformaban la corona de Aragón), a pesar de la severa derrota sufrida, con consciencia de pueblo y de nación injustamente tratada por una monarquía que la menospreciaba en todo, menos en la de sacarle los cuartos (Y ahora, igual), mientras en Catalunya una mayoría salía a la calle a manifestar su voluntad, en Madrid, unos desalmados, acudían a la sede de la generalitat catalana, con el brazo en alto, banderas fascistas y botes lacrimógenos, interrumpiendo un acto pacífico.



Y así nos va. Los borregos corriendo por delante a base de balidos.