Hoy en Zinéfilaz aporto mi contribución y hablo de una película de ficción basada en hechos reales. Sé que muchos están hartos de las películas y las historias de la guerra civil, pero esta, además, tiene algo que la hace tremendamente actual.
La cárcel de Saturrarán está entre las costas limítrofes de Mutriku (Gipuzkoa) y Ondarroa (Bizkaia), allá había un balneario donde los ricos decimonónicos iban a tomar las aguas. Como la campaña del norte acabó la primera, el Estado Mayor de Burgos (Franco, vaya) ordenó que aquél antíguo balneario fuera transmutado en prisión, ya que las cárceles ordinarias (Larrínaga, en Bilbao u Ondarreta, en Donostia) no daban abasto. De hecho, empezaron a usar colegios como centros de detención, como fue el colegio de los jesuítas de Orduña. Se necesitaba un centro para internar mujeres desafectas al régimen. Las desafectas no lo eran sólamente por convicción propia. Las familiares directas de conocidos rojos o alguna que se hubiera significado en algún sindicato, aunque fuera antes de la guerra, daba con sus huesos, generalmente magullados, en aquella cárcel. Cárcel cuyas celdas de castigo, al estar a nivel de un mar, solían anegarse con cada pleamar, lo cual eras un castigo añadido a las reclusas a quienes se castigaba en dichas celdas.
Saturraran, de balneario a prisión.
La película Izarren Argia, sorprendentemente traducida como Estrellas que alcanzar, aunque su traducción más lógica sea "la luz de las estrellas", es una historia de ficción que basó su guión en un libro excelente llamado No lloréis, lo que tenéis que hacer es no olvidarnos. ¿A qué se debe tan chocante título? Es la frase que enuncia una de las entrevistadas, antígua presa, que decían las madres a los niños cuando los separaban de ellas.
La obra está firmada por María González Gorosarri y Eduardo Barinaga. La primera realiza una aproximación histórica magistral. Es sobria, escueta y muy bien referenciada. Apoya con abundante bibliografía la altura que la mujer encuentra en la república. La libertad amparada por la ley y la capacidad de poder desarrollarse sin estar supeditada al hombre. Poder acceder a la educación, al trabajo, e incluso poder votar, cosa que el fascismo, de toda Europa, decide cortar de cuajo, porque una de las cosas que detesta es la liberación de la mujer. Detalla, por último las diversas violencias a las que la mujer es sometida, tanto sexual como económica, institucional o privada.
Eduardo Barinaga nos brinda la oportunidad de conocer los testimonios de varias presas, bien por desafectas al régimen o bien por ser niñas que sufrieron el mismo destino que sus madres reclusas. Cuatro vivencias que podéis encontrar en este documental.
Y ahora os explicaré por qué la historia de esta cárcel tiene que ver con la actualidad. Seguro que habéis oído algo sobre los niños robados de las clínicas por parte de médicos y monjas. Pues bien, esto no se dio porque sí. La historia es bastante antígua. Existía un psiquiatra fascista llamado Antonio Vallejo-Nágera, el cual había llegado a la científica conclusión, no despojada de prejuicios, de que las mujeres, seres inferiores, rojas no podían criar a sus hijos por la idiocia que padecían. Los primeros niños robados del franquismo se dieron en las cárceles de la posguerra, concretamente Saturrarán era una de ellas. Así lo recogieron varios años atrás, los documentalistas de TV3 Montse Armengou y Ricard Belis en Los niños perdidos del franquismo. Los robos de bebés no eran cosa de hace 40 años. Se hizo durante todo el tiempo que el "Movimiento" existió y sus herederos siguieron siendo fuertes, después.
Algún otro documental, que refuerza la historia anterior:
Missing (Desaparecido)
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Me reencontré con esta peli a principios de agosto de 2024, en La 2 de
Televisión Española, cuando todavía no estaba apaciguado (¿lo está ya?) el
asunt...
Hace 3 días
10 comentarios:
Esos robos han llegado hasta pasado los 80 y mi suegra es una de esas mujeres a las que le robaron un hijo, solo que ella, no se porqué circunstancias, hoy tiene 90 años, nunca han planteado batalla ¿miedo?, puede.
Un abrazo.
Juli, gracias por mencionar este fantástico blog de cine, he dado una vuelta y me ha encantado.
A la tarde, con más tiempo, miraré los videos que has colgado en el post.
Ya no fue el perder una guerra, fue la cantidad de atrocidades que se hicieron después con los perdedores. A mi madre no le gusta mucho hablar del tema, además era muy pequeña, pero alguna vez ha explicado cosas de cuando mi abuelo estuvo preso. Cuesta entender (perdonar?) la cruedad de vecinos e incluso algunos familiares.
Quieren silenciarlo pero con el tema de los niños está de nuevo en la palestra.
Un petó,
http://deyuralaquetecuen.blogspot.com.es/2012/11/este-momento.html
Conste que estoy muy puesta con tus posts y muy interesada en la mayoría de los temas ... Gracias por compartir!
¡Qué interesante Juli! este finde me recetaré los vídeos que incluyes en este post y estaba pensando que ahora que me voy, tu blog será uno de esos lazos que me seguirá depositando en la realidad es este país que no podría dejar de querer ni aunque quisiera...
besitos
Conservo unos periódicos de la república. Y me quedo pasmada de ver que altura de pensamiento se había alcanzado en todos los ámbitos.
Por eso, todavía me alucina más el silencio posterior...
Neska, mi madre nos contaba a mi hermana y a mi cosas de la guerra, las suavizaba diciendo que "ellas nunca pasaron hambre", no quiero imaginar lo que realmente pasaron.
Que bien explicas, deberías ser docente.
Muxus
Juli,
no sé si no me he expresado bien en mi casa... "Estaremos encantadas", claro que sí... Tenemos muchas cosas en común y, tras leer tu último post y contestar tu mensaje, mi cabeza que vuela y no coordina en estos últimos tiempos especialmente, y contesté "Claro que sí... Piensa que yo soy de las que piensan que la transición no fue tal, que fue un "bueeeno, venga, vamos a hacer que no pasó nada y que nos vamos a llevar bien" por parte de unos y un "vamos a seguir callando un poco más, no sea que se arrepientan y volcamos a las andadas".
Y a las andadas que hemos vuelto..."
Cuando quería decir "cómo me ha gustado tu post y cuánto coincidimos"...
Acabo de ver los dos primeros vídeos y no me sale que decir, una cosa es "saberlo" pero oír sus testimonios . . .
A ver sí puedo encontrar la película para verla.
Un petó Juli,
quise ir a ver esta película en su momento y no la encontré en ningún cine, a ver si soy capaz de conseguirla en algún lado.
sigo sin poder entender el funcionamiento neuronal de muchísimos seres humanos (y que conste que no cumplen las condiciones necesarias para ese adjetivo, con "seres" estarían perfectamente descritos)
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