El negocio de la sanidad privada

Las aseguradoras médicas privadas ya han empezado la contraofensiva y se han adentrado en la búsqueda de clientes entre los ciudadanos de este país. Llevamos décadas observando y sufriendo como se desgasta la sanidad pública -aposta, para poder abrir brecha de negocio- para que las clínicas y las aseguradoras privadas vayan encontrando su rinconcito. Ya nos echan la caña para que nos hagamos un seguro privado, si estamos sanos, que si no, pondrán reticencias. Esperemos que no lleguen a los extremos como la norteamericana CIGNA, que daba largas a pacientes con cáncer para no tener que pagarles la quimioterapia, cosa que podéis encontrar en el documental de Michael Moore, sicko.  Por si la queréis ver, clickad aquí.

Las mutuas de salud han empezado a proliferar como champiñones y hemos pasado de ser bombardeados por colonias y perfumes para los reyes a vendernos parques, verdor y sonrisas blancas para vendernos sanidad. Así tenemos a Carlos Herrera contándonos las maravillas de la compañía norteamericana CIGNA que se lucra a base de racanera quimioterapia a sus enfermos asegurados. Herrera dice que exijas lo mejor, pero no te vayas a EEUU, que intentarán timarte los dueños de esta misma empresa, que no deja de ser un negocio.



Sanitas nos pone la música de la vita e bella y nos dice que nos ciudemos. Desean que te cuides, claro, pero no olvidemos que es un negocio que da mucha pasta y que no dudarán en escatimar lo que puedan.



Adeslas nos dice que podemos elegir la salud. Tiene gracia, porque suele ser la mútua de salud que les pagamos a funcionarios del estado, ejército y guardia civil o funcionarios del poder judicial, aparte de a los empleados de la generalitat catalana, que anuncian el copago, pero que tienen seguros con Adeslas que pagamos entre todos:



Assistència Sanitària Col·legial nos dice sin reparos que con ellos estaríamos mejor y que en sus hospitales no tienen que llevarse para cosas chungas al paciente a los de la Seguridad Social. ¡Vaya, qué curioso, que de esto no se acuerda nadie!



Caser, como aparte de seguros médicos, los tiene de hogar, le da un giro deportivo, ya que patrocina equipos de baloncesto:



Vamos que ya están buscando mercado ante lo que se nos viene encima. Cada uno tiene derecho mirar por su salud, claro, pero cuanta más fuerza demos a estas empresas nada desinterasadas, más fuerza tendrán y más nos perjudicarán a todos. No quiero verme como en los EEUU pagando por un derecho universal al que contribuímos todos con nuestros impuestos, y por muchos años.