¡Cómo nieva!

Cuando me he levantado estaba todo helado, pero no caía ni un copo. Al rato, vuelvo a mirar por la ventana y está todo enharinado, que dicen los catalanes para referirse al blanco de la nieve. Y además no para. Iba a salir a hacer unos recados, pero mejor me quedo en casa haciendo la maleta para imitar a los turrones y volver a casa por navidad.

Hoy, además, es Santo Tomás. Para los que me lean desde Donostia y alrededores -incluído el gran Bilbao- , cuidadito con la txistorra, que es muy indigesta. Para los que no sepan de qué demonios estoy hablando, ahí va una de tradiciones culturales:

Hace más de un siglo, los campesinos minifundistas vascos, generalmente, vivían en un caserío -granja- arrendado. Los dueños de la casa y tierras solían vivir en la ciudad, así que cuando se acercaba el día de pagar el alquiler, los baserritarras (granjeros) bajaban los días previos a la navidad a la ciudad para pagar su alquiler, y de paso vender productos elaborados por ellos, de la matanza del cerdo de noviembre (txistorra)para comprarse cosas de cara a la navidad. Con el tiempo, se convirtió en un día de semifiesta. Se sortea una cerda enorme y la mayoría de colegios, asociaciones, clues deportivos, etc...ponen su puesto de venta de txistorra frita para pagarse el viaje defin de estudios, material deportivo, etc...

Quienes tengáis la "colesteroléica" suerte de respirar el ambiente de santo Tomás, que lo disfrutéis. Yo me voy a tirar bolas de nieve.