Los economistas y sociólogos corren a ponerse en bandos sobre cuánto durará este azote financiero o sobre quién tiene la verdadera culpa de que todo esté ocurriendo. Como es habitual, nadie sabe nada realmente pero lo que sí se sabe es que muchos empresarios tachan de crisis el no ganar lo que esperaban, aunque eso no signifique que vayan a perder. Obtendrán beneficios, aunque no tan cuantiosos. Aprovechando la situación general, algunos plantearán que necesitan un ERE (expediente de regulación de empleo) para poder echar a la calle a unos cuantos trabajadores y ahorrarse pagar seguridad social, nóminas, etc. Muchos grandes empresarios cerrarán fábricas en algunos lugares caros donde la ley no le permite exprimir todo lo que desea a sus trabajadores, y se instalará en otras latitudes donde pueda pagar menos y trabajen más horas. Henry Ford se dió cuenta hace más de 100 años de que sus propios empleados eran su mercado en potencia. Quienes más automóviles compraban eran sus propios trabajadores. Hoy en día, las empresas echan a los trabajadores aduciendo que hay crisis. El trabajador desempleado ve mermada su fuente de ingresos. La bola de nieve crece. El desempleado no adquirirá más que los bienes y servicios que necesite. El empresario que ha echado al trabajador quizá no caiga en que echa a un posible comprador de su producto. Y así la bola de nieve crece. En Francia el facha redomado desde que era ministro de interior que atiende por Sarkozy está dando pasos para nacionalizar la banca. En España no hay quien se atreva entre los Zputienses.
1 comentario:
La crisis ya me ha tocado, que horror!
Un beso
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