Tengo un bló

Tengo un bló
Tmeo, la mejor revista de humor

martes, 8 de octubre de 2024

 Ayer fue 7 de octubre y, por lo tanto, se cumplió un año del ataque de Hamás a un asentamiento de colonos israelíes. Este hecho desencadenó la excusa perfecta para que Israel, sin sonrojo alguno, aprovechara, cual niño consentido por mamá EEUU, para atropellar a cualquier palestino, no ya en Gaza, sino en Cisjordania, también. Saldrá largando mucho entendido en relaciones internacionales y mucho politólogo pero las cosas son así de claras: Israel aprovecha la excusa del atentado para intentar conseguir por los medios más abyectos su objetivo, igual de despreciable, que es expulsar a los palestinos de su tierra y quedarse con toda ella imponiéndose al mundo y al sentido común con chulería y desprecio.

En estas que, ayer mismo, había quedado yo en el centro de esta miniciudad cuando advertí que un número muy reducido de gente se colocaba detrás de una pancarta que rezaba "Aturem les guerres" (Paremos las guerras), algo muy loable. Me pillaban un poco lejos para escuchar la alocución del acto. Un acto muy digno pero con poco poder de convocatoria. Ni yo me había enterado, aunque desconozco qué asociación la llevó a cabo.


Estaba hablando con una amiga cuando, de repente, el acto acabó con un himno, y me pareció un poco llamativo, quizá, más bien, chocante, el que decidieran utilizar un canto a la paz definitivamente judío. Ojo, no soy tan simple como para no diferenciar la religión mosaica del estado de Israel, menos democrático de lo que nos quieren hacer creer, por cierto. Preguntádselo a las mujeres que se quieran divorciar, ya que es un estado confesional, por ejemplo.

No es que me parezca mal, pero me chocó mucho, aunque lleve la letra que le puso ese creador de hits de la música católica que fue Cesáreo Gabaráin, del que hablé hace más de diez años, por cierto. El tema  original es popular de la pascua hebrea. No sé yo si se han dado cuenta de lo impactante que supone, o está hecho aposta y pretenden que sea "integrador". No lo sé. Pero me da que israelíes y palestinos (Y hablo de nacionalidades, no de religión) estarían de acuerdo en que no es la pieza adecuada para la proclama final de un acto contra el genocidio, por mucho que lo llamen simplemente guerra.