Harry se había comprado un apartamento en el lujoso barrio londinense de Mayfair, un pisico que solía cedérselo a sus amigos para pasar estancias en la capital británica allá por los 70, ¡Quién lo pillara!. Una de las eventuales inquilinas del apartamento acertó a ser Cass Elliot, más conocida como mama Cass, gran voz del grupo hippie The mamas and the papas, que pasó por aquél lugar para dar algún concierto que otro. Lo aterrador es que a Mama Cass le sobrevino la muerte en aquel apartamento, y aunque la archiconocida leyenda urbana afirme que falleció asfixiada al habérsele atragantado un pedazo de bocadillo de jamón que se estaba comiendo -Ya es mala leche, pues mama Cass era de religión judía y los judíos, al menos los muy religiosos, no comen cerdo- . Esta versión apócrifa de la muerte de mama Cass es bien conocida, pero es totalmente falsa. A mama Cass le falló el corazón, aunque fuera treintaañera, debido entre otras cosas su obesidad y al abuso de las drogas y el alcohol. Puede que los bocatas de jamón tuvieran que ver, pero más por la cantidad que de ellos comiera que por haberse atragantado.
Cuatro años después del fatidico hallazgo del cadáver de mama Cass en la casa del barrio pijo de Mayfair, Nilsson dejó las llaves a Keith Moon, el chico diagnosticado de hiperactividad que aprendió a desfogarse aporreando la batería. Keith Moon, que no tenía ni idea de percusión, acudió a una prueba que le ofrecía un grupo mod que se había quedado sin batería. Lo primero que hizo el chaval fue sentarse sobre un bombo que cedió ante su peso. A pesar de todo, fue aceptado. El grupo mod se llamaba the who y la gente joven de hoy día los conoce porque son los que tocan en los títulos de crédito de los tres CSI: Las Vegas, Miami y Nueva York. Claro está que a partir de los 70 habían dejado el mod para los sosos y se habían pasado al rock agresivo, casi casi punk.
El bueno de Keith Moon (Bueno por las narices, que se dedicó a zurrar a sus parejas) residía en el apartamento de Nilsson al que volvió después de haber salido en plan cena de parejitas con su novia y Paul y Linda Mc Cartney. Después de cenar agarró un bote de pastillas y sin mirar el prospecto se zampó casi todo el contenido, para dormir mejor. No volvió a espertar.
No sé qué pensaría el pobre Harry Nilsson de los inquilinos de su piso. A la primera de cambio que pudo vendió la propiedad, y curiosamente el comprador no fue otro que Pete Townshend, el guitarrista compañero de Moon en the Who.
10 comentarios:
Y seguro que se van quedando en plan fantasma...
yo no compraba ese piso ni jarta a vino...
PD Palabra clave asilico...el que daba Nilsson a los amigos jajajaja!
es que vaya amigos...
Mas que muy vivido, "muy morido", prima
Mira que me gustan the who, pero lo del Pete comprando el piso donde palmó Keith es más que gore.
jo... como yo estoy estrujándome los sesos para encontrar de dónde sacar dinero lo que pensé fue: "uy, mira que venderlo, con lo que se podría ganar cobrando la entrada para ver donde la palmaron..."
En eso veo los comentarios y pienso: Pena, que eres demasiado mexicana...
Tus entradas siguen siendo deluxe, Juli Gan.
Te deseo lo mejor en este dos mil doce, que ahora mismo está envuelto en pañales.
One thousand kisses.
Vaya culebrón rockero. Ten amigos para esto…
Me he reído un rato, será que mi sentido del humor es un tanto oscuro.
Es como el cuartito de los Hermanos Marx
MARIAJESUSPARADELA:pues no van a ganar para sábanas. Jaaaaajaja.
CHRIS: La palabra clave es todo un puntazo. Bueno, si te gusta usar la ouija, no es mal sitio, y si tienes de colega a Iker Jiménez, tampoco jejeje.
NOSU: Y ni un detallico ni nada, ni pagar al último mes de alquiler.
SRA. CASTAFIORE: Pues parece mentira que a Pete no le importara. ¡Qué mal rollico!
PENA MEXICANA: No se quién me tiene dicho que los regiomontanos son los catalanes de México :P De todas formas, más se nota que eres mexicana por no darte mal fario y tomártelo con humor negro.
CYBERDOMINATRIX: Me gusta tu nuevo nick. No me digas esas cosas que se me va a subir el pavo a la cabeza y voy a parecer una jefa sioux con penacho de fiesta.
LU: Pues lo celebro, que es un sentido del humor que comparto.
AJOLÍN: Las casualités de la vie, señora Garlick.
Anda y que no sabes. Muxu.
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