Existe una costumbre que se está perdiendo. Es algo atávico que se pierde en la noche umbría de los tiempos: Que tu empresa te regale una cesta de navidad. Creo que esta es la segunda vez en mi vida en la que la empresa para la que vendo mi fuerza bruta me brinda un aguinaldo. La primera vez, hace unos años, otra empresa me regaló dos botellicas de ribera del Duero de calidad mediana. Este año, mis jefes me han regalado esto:
Para los que intenten adivinar qués es, que sepáis que No es una pala de jugar al frontón. Vaya "esplendidez" de mis jefazos. Pero no son los únicos. La clientela que pasa por el lugar tiene un detallito conmigo -porque soy una tía "majisma"- y me dejan esto al entrar:
Lo malo es que tooodos estos regalos son lo mismo. Yo no sé qué pretenden hacer conmigo. ¿Querrán cebarme como la vieja bruja de la casita de chocolate y crean que yo soy Gretel?:
Creo que este año de entre mis propósitos para el año venidero, dejaré lo de adelgazar.
¿Alguien quiere bombones?
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8 comentarios:
Cuidado con el jamón. El trapito es más importante de lo que parece, de lo contrario te lo comen los gusanos con auténtica saña. Te lo digo porque me pasó. Urte Berri On. (Eta barrigón...ikusten dudanez)
jajajajaja Y un JAMÓN.
definitivamente ponte a régimen de chocolate.
Feliz y dulce año nuevo...
lo que pasa es que la mayoría de cestas traen cosas horribles...
Veo comida en estas fechas y me pongo malo ;(
Pero me alegro mucho por ti ;)
ummmm qué buenossss
yo quiero
qué suerte con esa clientela, yo me los tengo que "echar" para el olentzero
Yumi... yo estoy en el paro pero a mi güera que si está trabajando no le dieron ni medio gramo de salchichón... jajajaja
Ains, las que vivimos fuera matariamos por un jamon espanol...
Ahora mismo me voy a buscar una trufa. Qué ganas de comer chocolate.
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