Crimen y telerrealidad

Nuestro mundo nunca ha sido perfecto, ni lo será, pero se supone que el ser humano se las ha ingeniado para intentar hacer las cosas lo mejor posible. Hay una marea rabiosa y vengadora en las redes sociales que me defrauda y me hace temer lo peor. Obviamente estoy hablando de los acontecimientos del último infanticidio seguido minuto a minuto por la televisión, porque esa es otra, parece todo un mal guión de telerrealidad. ¿A todo el mundo le parece tan normal la repercusión que ha tenido todo el proceso hasta su trágico desenlace?

Desgraciadamente todos los días desaparecen personas en nuestro país, y, algunas de las veces son niños, como en el caso de Almería. ¿A vosotros no se os hace raro que todos los medios y hasta el prepotente señor ministro del interior se volcaran con este caso cuando hay cientos de casos similares? O lo que es peor, ¿Sabe la gente que en cosa de quince días han desaparecido de localidades asturianas tres mujeres, una de las cuales ya ha sido encontrada cadáver? ¿A que no? 

Y mientras tanto los medios se han volcado en el caso de la desaparición de ese niño, que no lo veo mal, pero que me escamó desde el principio tanto esfuerzo y publicidad. Hasta se quiso culpabilizar a un hombre, acosador de la madre, al que han enchironado con una velocidad que ya quisieran las miles de víctimas de acoso que ven a diario a sus acosadores como una amenaza perenne.

Y a nadie le parecerá mal una barbaridad así

Y, casi sin exagerar, detienen a la supuesta autora, y que quede claro, siempre supuesta, pues aún habrá una investigación en curso, en directo para que lo puedas disfrutar en tu móvil, tableta o televisor. ¡A la hoguera con ella, que nos lo pide el cuerpo! y eso que, recordemos, aún no ha habido cierre de caso, ni juicio, ojo, juicio, ni, por supuesto, una sentencia dictada por un juez experto en derecho penal, pero, mientras tanto, en este país de jueces-jurados-verdugos, ya se pide el garrote, la horca, la hoguera, la silla eléctrica, la cámara de gas o el linchamiento público de la proclamada  vox populi autora del crimen.

Hasta se sospecha de la muerte de su hija hará veinte años, porque ahora se ha vuelto el mal personificado y se va a reabrir el caso, aunque en su momento las autoridades lo clasificaran como accidente, pero la gente, que sabe más que un congreso de superdotados, ya lo tiene claro y mató a su hija porque lo han leído así en el facebook. Hasta los apestosos de "la voz de Galicia", por arreglarlo aún más, echan leña al fuego de la hoguera contándonos que la tía es mala porque trabajó en un club de alterne, como si la explotación sexual de la mujer tuviera algo de vocación en alguna de ellas.

Y los más racistas del lugar, qué curioso es que siempre sea la misma gente, la clasifica por su color de piel, sus ideas políticas o su procedencia. Ya hay quien hasta pide que la extraditen a su país de origen porque no quieren que con su dinero se mantenga en prisión a esta mujer, sin importarle una puta mierda otros famosos infanticidas, violadores, solos o en manada,  o asesinos, claro, esta mujer-asesina, porque es mujer, que ya nos lo ha dejado el excomunista traidor y facha de buena hora Jiménez Losantos, ha perpetrado -supuestamente- su crimen en directo para todos nosotros, los espectadores. Jiménez Losantos, adalid del machirulismo más rancio que, gracias a esto, tendrá un argumento de peso ligero para contestar a quienes afirman con datos estadísticos que los asesinatos son cometidos por mayoría aplastante por varones.

¿Quién inventa más maldades atribuidas a la presunta culpable?


¿Qué le pasa a la gente? Por mucho que duela una víctima, siendo una criatura, además, se olvida con una facilidad que asusta de que este es un estado de derecho y que debe haber unas garantías de juicio. Pero nos estamos volviendo imbéciles por las rrss y acabaremos colgando de un árbol a alguien por el sólo hecho de que los vídeos de internet "demuestren" su culpabilidad. Eso sí, lo grabaremos y difundiremos en vídeos del youtube para que por whatsapp, twitter, facebook, instagram y hasta en wallapop, todo el mundo se quede satisfecho de la orgía de sangre.

¡Si hasta están dando el funeral de la pobre víctima en directo por la tele! ¿Qué obscenidad es esta?

¿Cuándo nos hemos vuelto el ciberku-kux.klan?

Y aún peor: Ahora que está el debate de la prisión permanente revisable  en el congreso, ¿Está esto sirviendo de altavoz para que la gente, en su estupidez aborregada, asuma felizmente la cadena perpetua encubierta?  ¿Seremos tan imbéciles para volver a gritar con entusiasmo "vivan las caenas"?