Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

lunes, 13 de marzo de 2017

Despertar de la naturaleza

Ya se anuncia la primavera y las yemas de las nuevas ramas despuntan en los árboles. Los animales se desperezan y la luz potente y el calor van desprendiendo su esencia. Las cuatro gotas de ayer tarde han dejado un rastro de polen que mi nariz ya ha detectado haciéndome esclava de los kleenex. A pesar de este gag de la naturaleza contra mí, es un espectáculo maravilloso contemplar cómo vuelve la vida a la tierra.

 Almendros en flor


Como tengo una leve, pero inoportuna lesión inguinal, no puedo realizar los movimientos bruscos que requiere el  correr, pero sí puedo caminar, así que me coloco las dragoneras de los palos de marcha nórdica en las manos, y a caminar por los campos donde germina el cereal y florecen los frutales, con el blanco del almendro y el rosa de los frutos de hueso (melocotones, ciruelas, cerezas).

Buena especia para los pinares

Una docena de urracas grajean como las carracas encaramadas a un árbol.  A saber qué maldad están planeando estos córvidos blanquinegros. Dos abubillas saltan al vuelo espantadas por mi presencia y los mirlos de mi calle silban y gorjean desde sus dominios en las antenas de los tejados.

Urraca, sonido de carraca

A pesar de las alergias ¿A quién no le alegra la primavera?

2 comentarios:

emejota dijo...

Cuídate hermosa y aprovecha todo lo bello que te ofrezca la vida porque el tiempo empina las cuestas más de lo aceptable para jóvenes talludos.

Emilio Manuel dijo...

A mi me alegra la luz, no tanto la estación, y esto es debido a eso mismo que tu comentas, la jodia alergia.