Los sábados son una bendición. Levantarse tarde y retozar perezosamente en la cama. Desayunar como una marquesa mucho, bien y despacito sin prisa por nada. Salir a la terraza y respirar el sol que estos días nos hace un homenaje, y tener horas para hacer lo que una quiera. Creo que se nota demasiado que me he pasado fines de semana trabajando durante años y ahora puedo disponer de ellos.
Me voy a aprovechar el día, que el finde es corto.
Adiós, muchachos (1987)
-
A esta peli le tengo un cariño especial. La primera vez que la vi cursaba
yo la secundaria. En aquella adolescencia miraba con especial interés la
histo...
Hace 1 día
2 comentarios:
Nila, que es martes, actualiza jajaja.
ups...era niña jajajaja
Publicar un comentario