domingo, 19 de octubre de 2014

...que dos carretas

Siempre me ha dado reparo en vestir ropa ajustada. Desde jovencita huía de los escotes. Es más, solía ir vestida con ropa deportiva tipo Decathlon (El gato largo, según el inglés de Ana Botella), o bien con la moda típica de la juventud de mi zona, que sigue siendo camiseta tipo panadera (con rayitas) y vaqueros. No es que tenga un tamaño de busto fuera de lo normal, pero no me puedo quejar. Si embargo, de joven (Y ahora) utilizaba camisetas holgadas.

Sin embargo ayer, con eso de salir a celebrar un cumpleaños, y por lo tanto, siendo un día especial, me puse un top ajustado con un escote bastante generoso. Parece mentira el poder hipnotizador que puede tener algo tan simple. Cogimos el autobús y pasé el abono-transporte por la canceladora, si no lo hubiera hecho, no creo que el chófer hubiera dicho nada, porque su mirada estaba perdida en mi canalillo.

Cazando miradas a lo Marty Feldman

Fuimos a comer a un restaurante bastante finolis, de esos con camareros educados que se pasan la comida sirviéndote la copa para que no lo hagas tú y dos de ellos se pelearon para servirnos el segundo plato. Hasta para pedir la cuenta sorprendí al camarero con la mirada perdida varios centímetros por debajo de mi cara.

Debe de ser que no estoy acostumbrada a que me miren de esa manera, pero acabamos riéndonos mucho de ello. El poder hipnótico que tiene un canalillo. Hasta la camarera de la pastelería estuvo a punto de cortarse por posar sus ojos en aquél lugar en vez de en la coca de piñones que estaba cortando.

A pesar de ser una cosa tan simple y tan cotidiana, va a ser cierto el refrán de las carretas. Y yo tantos años sin aprovechar su tirón. Jaaajaja.

14 comentarios:

  1. Y sin contar que unos de los camareros finolis nos derramo la botella del agua por el nerviosismo de un buen escote tan cerca jajajaja....
    (oYo)

    ResponderEliminar
  2. jajajaja ais que verdad más grande... a mi me pasa (para mi desgracia) a veces no controlo mis ojos. Y soy así...
    Yo tengo un buen par y suelo esconderlas, pero si algún día vuelvo a necesitar ligar tendré que armarme de valor y sacarlas a pasear, viendo lo efectivas que pueden llegar a ser

    ResponderEliminar
  3. Yo, en lugar de un canalillo tengo una autopista. Jo, qué mal, nunca podré vivir eso que tu has vivido ayer...

    ResponderEliminar
  4. De aqui en adelante ya sabes como hay que ir.
    Lo que dos tetas tiran mas que dos carretas es una verdad eterna, ¿es que lo dudabas?.

    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  8. Perdón, cosas de escrbir en la tableta.

    ResponderEliminar
  9. Y es que a veces es más efectivo insinuar, aunque no se pretenda, que mostrar jeje

    ResponderEliminar
  10. Es que no sé que tienen los escotes que se te van los ojos solos...yo tengo alumnas que llevan unos escotes brutales, que enseñan casi toda la teta, vaya...y cuesta no mirarlas,no precisamente porque me atraigan,porque a veces superan con mucho el mal gusto y lo "choni",pero parece ser inevitable...

    ResponderEliminar
  11. Es que hay cosas que saltan a la vista, no? Reconozco que a veces se me van los ojos. Pero cuando es algo que considero bonito, no basto, o choni como decían en el comentario anterior.

    ResponderEliminar
  12. me he qeudao muerta con lo del gato largo jajajja

    ResponderEliminar
  13. A sacar más utilidad, neska.
    Felicitats a la cumpleañera.
    Muxus

    ResponderEliminar
  14. Jajaja la gente no se corta, que razón, besos! :)

    ResponderEliminar

Exprésate, no sea tímid@: