Viernes a media mañana. Cojo el cercanías en Sants para volver a casa, y como viene vacío elijo un asiento que no esté muy baqueteado en el sentido de la marcha. En la Plaça de Catalunya entra un montón de gente. Al otro lado del pasillo y en el sentido de contramarcha ocupa el asiento de al lado de la ventana un chavalote que bordea la mayoría de edad, vaqueros ajados, cinturonazo con un Lacoste enorme en la hebilla, cazadora de polipiel y una gorra de béisbol a tres colores, chillones, en la que pone "spirit of freedom". El chaval, con cara de malas pulgas, lleva unos papeles metidos en un plástico blanco, y los dobla y los desdobla. A pesar de que ha entrado gente en el vagón, nadie ha tenido la infeliz idea de ir a sentarse a su lado, ya que el chaval no hace más que moverse, poner las patazas en el borde del asiento de enfrente y mirar a todas partes con cara furibinda.
A mí el niño ese que se comporta como un orangután rabioso del zoo no me interesa, así que me meto entre las hojas del periódico para ver las trolas que nos sueltan como si fuesen verdad, pero cada vez que levanto la vista, el chavalote se mueve como si le hubieran metido una guindilla en el culo. En esto que el chaval tiene mocos, y como no tiene pañuelo, se restriega la nariz en la palma de la mano, se mira la mano, luego acerca la otra a la nariz y vuelve a restregarla contra esta otra mano, y luego va el pedazo de guarro y se limpia en el asiento. Yo envuelvo mi asco en el periódico.
El chavalote de los flujos nasales se baja, nerviosote él, en Sabadell, y yo, tiempo después, al salir del tren procuro no tocar nada de lo que él ha tocado, aunque vete tú a saber qué se limpiaron las manos que tocaron el mobiliario del vagón antes que tú.
Ays!! qué asquito. Empiezo por pensar eso y termino llevándome el gel desinfectante para echármelo cada 5 minutos....
ResponderEliminarHubo una época en que me daba por lavarme las manos cada hora. No te cuento cómo terminó mi piel. Entendí que mi cuerpo se bastaba y sobraba para luchar contra la mierda o los fluidos ajenos.
Buaghh, me he acordado de las sorpresas que me encontraba en mi pupitre en cuarto de egb, cuando nuestro aula se convertia todos los mediodias en comedor del colegio
ResponderEliminarUf, yo lo que no soporto es a los que van escupiendo gapazos a diestro y siniestro, y creen que cuando más escupen más les crece el pito.
ResponderEliminarNo sabes cómo te entiendo. Tengo algo que atrae a los exploradores de mocos en los transportes públicos. Y hago lo mismo. Evitar tocar lo que han tocado. A veces he tenido hasta que cambiarme de sitio porque no puedo soportarlo. Es superior a mis fuerzas. Lo peor es que el recuerdo se me clava en la memoria. Uf:( Qué asco.
ResponderEliminarPara estos casos y otros similares...es bueno llevar toallas de bebe o, en su defecto, un frasquito de gel higienizante... Los mocos furtivos son muy abundantes.
ResponderEliminarUnbesolibredemocos
¡ qué asco! me has recordado a alguno de mis alumnos. ahora tengo un paquete de kleenex en el cajón y en cuanto oigo a uno sorber mocos, le pongo un kleenex en la mano y le digo que se limpie y nos libre del concierto. argh
ResponderEliminarPuaff, ahora cuando suba al metro lo miraré de otra forma. Que ascazo!
ResponderEliminarque asco ni que asco, eso es salud, además a mi me han dicho que estás muy acostumbrada a los mocos y a las babas jajajaja
ResponderEliminarInteresante reflexión aunque no hace falta irse tan lejos, es decir, irse a la época en la que se colocaron los asientos en el vagón, basta con pensar en qué habrán hecho los que se han sentado media hora antes en el asiento que se ocupa.
ResponderEliminarLo peor de todo es, que estando las cosas como estan, no me hubiera extrañado que al tiempo que usted estaba viendo al aprendiz de Torrente en vivo y en directo, podía haber visto la foto del susodicho en el periódico con motivo de que le hubieran concedido algún premio al civismo y a la buena educación.
En fin... un consejo... haga lo que yo hago: siempre que voy en transporte publico, antes de tocar una barra o botón me pongo mis guantes de mercadillo comprandos en el Tajo Británico al precio del Británico Tajo.
Salud, Amistad y Paciencia.
Neska, que asco! :-(
ResponderEliminarMuxus